Crees que juegas al mahjong? En realidad, él te juega a ti

Dejé de pensar que el mahjong era cuestión de habilidad cuando analicé los datos. Mi padre, académico del Caribe, me enseñó que el destino es solo ruido en un sistema determinista. Mi madre, enfermera escocesa, dijo que el estrés mata más que las fichas. Las plataformas online con tasas de victoria del 90-95%, certificadas por RNG—no son suerte. Son adicción. El juego no te recompensa: recompensa la anticipación. Cada ‘girada gratis’ es un impacto programado de dopamina. Cada ‘dragón dorado’? Un desencadenador visual para juego compulsivo. Las fichas no son aleatorias: están diseñadas para parecerlo. En el East End de Londres, lo llamamos ‘tragamachine cultural’. La ‘mano limpia’? Un mito vendido con estéticas de bambú y sonidos guqin. Los ‘trece huérfanos’? Una trampa de alta varianza envuelta en brillos festivos. Los jugadores nuevos reciben bonos no por suerte—sino porque el sistema los necesita comprometidos más de 30 minutos.