¿Por qué siempre gana la casa en mahjong?

Nunca creí en rachas afortunadas o profecías culturales—hasta que simulé 12.000 manos de mahjong. Como analista entrenado en matemática aplicada en CalTech, vi el mahjong no como tradición, sino como sistema estocástico con motivos dragón y estética de bambú. La ‘Mano Dorada’ no es destino; es una distribución de probabilidad con una ventaja del 92%, calibrada por algoritmos RNG certificados bajo normas internacionales. Simulé modelos Monte Carlo en 500k rondas. La ‘Mano Qing Yi’ (Color Puro) apareció solo un 3,7% del tiempo—no porque te ‘debieras’ ganar, sino porque el algoritmo no se preocupa por tu última descarte. Los jugadores persiguen victorias como adictos: ven patrones donde no existen; las fichas calientes no significan rachas calientes; significan entropía. Vi a un jugador perder seis manos seguidas—y seguir jugando igual. Fue entonces cuando entendí: esto no es suerte, es un juego diseñado. La casa no gana porque está trucada; gana porque conoce tus sesgos mejor que tú.